martes, 18 de diciembre de 2007

1 octubre 2007

FAMILIA POLÍTICA
Prisciliano Gutiérrez
Los Ogros Filantrópicos
"El usurpador que se eleva
a la soberanía de un Estado
por una gran maldad
necesita cometer de un golpe
cuantas crueldades exija
su propia seguridad
para no repetirlas…
Por el contrario, los beneficios
deberá derramarlos
poco a poco y uno a uno
para que se les tome mejor el sabor."
Maquiavelo.
"Tratando por separado algunas de las virtudes que deben adornar al Príncipe… ha de ser clemente, pero a su tiempo y con medida. En la duda de si es preferible que sea amado o temido, debe elegir lo segundo, pues generalmente los hombres se hallan más prontos a contemplar al que temen que al que se hace querer…". Desde la perspectiva de su tiempo, Nicolás Maquiavelo aborda y aplica a la política la vieja pugna cosmogónica entre el amor y el temor.
En diferente circunstancia histórica, Octavio Paz llamaba El Ogro Filantrópico al Estado Mexicano de la época que analizó en su libro homónimo (1971- 1979)… Si bien es cierto, los gobiernos post revolucionarios habían "conseguido mejoras y atenuado la miseria extrema del país…" su esencia autoritaria permanecía incólume: por un lado el Ogro temido; por otro el Filántropo amado. Este equilibrio, propició la prolongada e internacionalmente reconocida estabilidad en el país.
El Estado es, por naturaleza, una ficción jurídica. La sencilla definición escolar: "conjunto de habitantes, asentados permanentemente en un territorio, bajo un gobierno soberano", ha sido enriquecida por otros elementos: un orden jurídico y una finalidad (telos). No puede haber Estado sin poder jurídico; Estado, Derecho y Gobierno se complementan; se requieren, se necesitan... No se concibe uno sin los otros.
Estas categorías epistemológicas, no dejan de ser abstracciones que sólo se concretan en la conducta de personas físicas, históricas; biológicas y biográficas: los gobernantes; los políticos. El conceptual Ogro Filantrópico, se reprodujo a sí mismo, se multiplicó en individuos que, a su imagen y semejanza, lo trascienden; la relación dialéctica entre autoritarismo y populismo anárquico en el ejercicio del poder público, sigue siendo su "modus operandi".
Es afirmación tradicional que los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres (juzgar a Platón, por esclavista o a Maquiavelo con criterio mojigato y puritano sería absurdo). Los próceres legales y legítimos; actuales o potenciales, siguen creyendo en el viejo apotegma: "mano generosa es mano poderosa"; mientras más autoritarios son, en el fondo, más propician programas asistenciales (institucionales y personales) que llegan a ser grotescos monumentos a la demagogia. Salvo honrosas excepciones, su objetivo no es enseñar a pescar, sino regalar peces (o cambiarlos por votos de cualquier color).
El diccionario de la Real Academia da a la palabra Ogro dos significados: 1.- Gigante que según la mitología y consejas de los pueblos de Norte de Europa, se alimentaba de carne humana y 2.- Persona insociable o de mal carácter. En cuanto a Filántropo dice: persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la comunidad.
De acuerdo con las leyes de la Lógica, ambos conceptos se excluyen; en la práctica se complementan, convergen en la figura de estos gobernantes que pueden esconder su vocación dictatorial tras una sonrisa de generosidad y bonhomía o envolver en guante de seda su mano de hierro.