martes, 22 de abril de 2008

21 abril del 2008

FAMILIA POLÍTICA
Prisciliano Gutiérrez
Algún sabio anónimo dijo que los bancos prestan dinero a quienes no lo necesitan; igual o peor situación se da en las llamadas cajas populares. Potenciales acreedores, respaldan sus créditos con constancias de ingresos, bienes y/o fiadores; por eso nunca pierden. Finalmente: "Poderoso caballero es Don Dinero".
"Más tiene el rico cuando empobrece
que el pobre cuando enriquece".
Dicho popular.
Los guardianes del tesoro.
"Yo vivo de lo que tengo en el banco", decía una muchacha, cuyos generosos atributos corporales resaltaban en una caricatura de gran circulación popular hace algunos años. La dama en cuestión aparecía sentada en un mueble, homónimo de las instituciones que manejan los movimientos financieros del país y del mundo. Obviamente, las partes apoyadas, evidenciaban ser, a la vez, mullidos soportes para una vida holgada.
Los banqueros, artífices de grandes fortunas y de estrepitosas quiebras; generadores, por igual, de riqueza y de miseria; actores, casi siempre anónimos, en los vaivenes de la política que, lo mismo nacionalizó que reprivatizó los servicios bancarios.
En estos tiempos, la delincuencia de cuello blanco, se mueve como pez en el agua, entre tarjetas de crédito clonadas, cheques rebotadores, fraudes cibernéticos, y otras linduras relacionadas con la gente del dinero. Los humildes mortales sufrimos las actitudes atrabiliarias y unilaterales de los diosesitos que lo mismo, sin previo aviso, aumentan o cancelan una línea de crédito, bloquean un plástico, hacen cargos indebidos con intereses leoninos (cuya aclaración implica interminables esperas en el 01 800 o espectaculares trámites burocráticos), o se niegan a pagar un cheque por el insignificante rasgo que, según su autorizada opinión, en una firma no concuerda.
Algún sabio anónimo dijo que los bancos prestan dinero a quienes no lo necesitan; igual o peor situación se da en las llamadas cajas populares. Potenciales acreedores, respaldan sus créditos con constancias de ingresos, bienes y/o fiadores; por eso nunca pierden. Finalmente: "Poderoso caballero es Don Dinero".
Para los bancos no existen seres humanos; sólo estadísticas; despersonalizados y fríos números de cuenta; claves secretas (NIP) y muchos otros esoterismos que esconden con frialdad los pequeños y grandes dramas (a veces tragedias) que, en la vida cotidiana, se generan por la falta de efectivo, especialmente entre los que menos tienen. La normatividad es Biblia, dogma de fe, manual de estricta observancia y… ¿La gente?... La gente no existe; sus problemas son totalmente ajenos al mundo de los cargos y de los abonos. El dinero es autónomo; es fin, no medio; es valor, no instrumento.
La burocracia bancaria "Los Ejecutivos", en su mayoría, empleados mal pagados y de bajísimo perfil profesional, toman muy en serio sus papeles de dispensadores de favores o castigos con el simple "poder de su firma". Prófugas del servicio doméstico y/o encorbatados "funcionarios" sin espíritu de solidaridad, salvo honrosas excepciones, actúan a imagen y semejanza de sus altos jefes: prepotencia, insensibilidad, fastidio, menosprecio; maltrato al público… ésas son las constantes.
Recientemente, una institución oficial, expidió un cheque con la leyenda "no negociable", en favor de un pensionado de casi cien años de edad; de igual manera avaló al representante del anciano, con credencial equivalente a un Mandato oficial. Por ningún concepto; bajo ningún argumento accedió una "Ejecutiva" de HSBC, sucursal Zona Plateada, a cambiar el documento que representaba una pequeña cantidad la cual; sin embargo, podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte, pues con ella se podrían adquirir medicamentos, comida o cualquier artículo de primera necesidad. Para muestra un botón. Con este simple ejemplo, me pregunto: ¿Cuántas existencias se habrán truncado por la falta de criterio de un empelado, o por la rigidez de una normatividad interna, prácticamente al margen del Derecho Positivo? ¿Cuántos problemas sociales se habrán generado por unos pesos que el banco no libera, invocando los pretextos más baladíes?... Ante la cerrazón, de nada sirve invocar a la CONDUSEF.
La relación entre las instituciones que prestan servicios financieros y sus usuarios se rige por la Ley del Embudo; las primeras, para cobrar son intransigentes, arbitrarias, sordas… como el célebre Gabino Barrera, "no entienden razones". Para pagar ponen mil obstáculos y pretextos; sobre todo con la gente humilde… De una forma u otra, todos somos sus cautivos. Aguantemos, pues… Finalmente, como dijera El Filósofo de Güémez: "El dinero no es la vida… cuando es poco". Amén.

lunes, 14 de abril de 2008

14 abril 2008

Gobernar es tarea de gran responsabilidad; ningún individuo, por brillante que sea puede hacerla solo. El equipo es fundamental.
"Podremos ser parientes cercanos del SolY brillar tanto como él,Pero nunca debemos aparecer en su compañía".Baltazar Gracian.
SABIA VIRTUD DE CONOCER EL TIEMPO
Prisciliano Gutiérrez.
Si se comparase a Juárez, por separado, con Ocampo en cuanto a inteligencia y conocimiento del Derecho; con Ignacio Ramírez "El Nigromante" en reflexión filosófica o con Guillermo Prieto en elocuencia; seguramente, El Benemérito saldría perdiendo. La virtud fundamental del Indio Oaxaqueño fue su voluntad de hierro pero, sobre todo su dominio de atávicos complejos; su sólida autoestima y su fe en México. La llamada Generación de la Reforma, es a juicio de muchos, la más brillante en el Gobierno mexicano, a lo largo de su historia.
Gobernar es tarea de gran responsabilidad; ningún individuo, por brillante que sea puede hacerla solo. El equipo es fundamental.
Los profanos, construimos mil y una hipótesis para visualizar el proceso que se incuba en la mente de un jefe de gobierno, para elegir libremente a los miembros de su gabinete, o a los titulares de los cargos y candidaturas más relevantes. ¿Amistad? ¿Escalafón? ¿Méritos en campaña? ¿Compromisos con otras fuerzas políticas? ¿Especialización en el área? ¿Oportunidad para pagar y excluir? ¿Hacer evidente una actitud de madurez y perdón? Tal vez sea de todo un poco…
Ahora bien, ¿qué motivos juegan en contra de aquél que teniendo méritos suficientes no entra al grupo de los elegidos?: ¿falta de cercanía en lo personal? ¿Improvisación en las lides políticas y/o administrativas? ¿Enemistad declarada? ¿Alta traición? ¿Cobro de facturas por pequeñas o grandes ofensas? ¿Miedo a la inteligencia? (En este último caso, un político profesional y maduro, no temerá que su luminosidad se opaque si se rodea de los mejores).
Cuando un Secretario de Estado, por ejemplo, llega con brillo propio; con estatura moral (aunque deba todo a su superior jerárquico), la opinión pública lo percibirá como actor con capacidad de decisión y competencia individual, además de su investidura institucional; esto permitirá que el nombrado cumpla de manera eficaz su papel de instancia previa; sí, por el contrario, es un personaje gris, opaco, que sólo refulge bajo la estrella del jefe, su responsabilidad jurídica, administrativa y/o moral, prácticamente no existe; la mínima falla será atribuible a quien lo nombró sin méritos, a juicio de los medios y de la vox populi. Desde luego, los perfiles sin lustre, pueden ser idóneos en ciertos lugares y en determinados momentos.
Reto para todo subordinado que accede a un cargo por nombramiento administrativo, en cualquiera de las hipótesis anteriores, es permanecer; para ello existen cualidades que explota el individuo en cuestión de acuerdo con las características de su propia tipología; por ejemplo: eficacia, servilismo, inteligencia, capacidad de análisis, elocuencia, simulación, etcétera; pero la norma fundamental e inviolable para subsistir o crecer, en su caso, es simple: jamás competir con el que manda; nunca brillar más que el sol.
Tal vez las encendidas arengas de Guillermo Prieto (¡Los valientes no asesinan!), las profundas disquisiciones filosóficas de El Nigromante o los eruditos comentarios de Ocampo, hacían brillar a cada uno en ciertos foros; pero, seguramente, en presencia de El Presidente, se median para no opacarlo y propiciar su propia caída.
Aunque con diferentes matices de tiempo y espacio, en política, "nada hay nuevo bajo el sol": las actitudes típicas, en esencia, son las mismas; por ejemplo, la costumbre sexenal de enterrar a un poderoso para que el nuevo nazca en toda su intensidad; con omnímodo poder: ¡El rey ha muerto. Viva el rey!.
El cambio es la esencia de la democracia; los tiempos se cumplen; las reglas del juego operan con implacable rigor, a fin de preservar a la disciplina, como valor complementario de la libertad. Esas mismas reglas del juego prescriben las circunstancias en que habrá de nacer el nuevo astro. Quien pretenda transformar su papel de actor secundario, en protagonista, dentro de la trama genial (a veces perversa) de la política, debe entender que el sol (municipal, estatal o nacional) no admite otra luz en el firmamento que no sea la suya y que con un nuevo amanecer, en su tiempo, se repetirá la historia.
Baste recordar a la Diosa Coyolxhauqui quien, por pretender brillar antes de que llegara la noche, fue despedazada por su propio hermano.

martes, 18 de diciembre de 2007

22 octubre 2007

FAMILIA POLÍTICA

Por: Prisciliano Gutiérrez.

TIPOLOGÍA:
Mochos II.

Con la discreta erudición que le es característica, el distinguido Maestro, orgullo de El Mexe, Don Jaime Costeira Cruz, en reciente reunión, aportó al selecto grupo de estudiosos de café, autodenominado Liceo Cultural Aquiles Baeza, el siguiente breviario cultural: La acepción peyorativa de la palabra "Mochos", que se aplica a los católicos recalcitrantes, se debe a Don Antonio López de Santa Ana (Demócrata mexicano del Siglo XIX. Fue once veces Presidente de la República. A sus dotes diplomáticas se debe la anexión a EEUU de más de la mitad de nuestro territorio nacional), quien perdió una pierna en guerra contra los vecinos del Norte. La inferior extremidad de "Su Alteza Serenísima", recorrió buena parte de lo que quedó del patrio terruño, presidiendo innumerables "misas de pierna presente" antes de recibir cristiana sepultura, con veintiún cañonazos y todos los honores militares, en el panteón de Santa Paula, en 1842 para celebrar, algunos años después, la consumación de la Independencia. Los misófilos (por su amor a las misas, no a las mozas) seguidores de "El mocho" Santa Ana fueron y son, por añadidura, también "mochos".
El clero, abundó con elegancia el disertante, se sentía agraviado por las acciones de Juárez, quien afectó sus fueros, privilegios y patrimonio. Recordamos, entonces, que Don Benito: declarado católico, que no clerical, ungido ya por la Ley, Gobernador de Oaxaca, decidió ir a la catedral para celebrar el ritual Tedeum; para su sorpresa, las puertas del templo permanecieron cerradas.
Aquellos rencores, de añejos orígenes, hasta la fecha, en acto o en potencia, sobreviven cobijados por alguna Ideología.
La Reforma y la Revolución dieron vida jurídica al Laicismo; "doctrina que defiende la independencia del hombre, de la sociedad y del Estado, de toda influencia eclesiástica o religiosa", particularmente en el artículo ciento treinta, de la Constitución de 1917, cuyas reformas de 1992, reconocieron personalidad jurídica a las iglesias y concedieron el voto a los sacerdotes, entre otras rectificaciones históricas. Desde siempre, el púlpito tradicional y hoy, el acceso a los modernos medios de comunicación, cumplen cotidianamente su papel de ampliar los espacios para la iglesia y los "mochos" en los tres órdenes de gobierno (Aunque los hay en todos los Partidos y en todas las organizaciones sin Partido, se identifican con uno).
Hace unos cuantos años, era impensable la mención de Dios en el discurso político, o el ejercicio público de algún culto religioso en los hombres de Poder. Hoy, si se permite la expresión, "salen del clóset" a la tribuna, algunos en histórica congruencia con lo que son (militantes tradicionales, en la oposición o en el gobierno), y otros, pragmáticos, convenencieros, seguidores ideológicos del gobierno en turno, en cuya fuente nutren, su falta de auténticas convicciones.
Discursos cargados de moralina; apariencia altruista; apóstoles de la unidad familiar; asistentes a misa los domingos y fiestas de guardar; bendecidores cotidianos de la mesa, antes de ingerir alimentos; viajeros constantes a Roma para recibir papales indulgencias; respetuosos de los sagrados sacramentos (del nacimiento a la extremaunción). Intolerantes, invocadores reverentes de una Biblia que, generalmente, no conocen; hormonalmente incapaces de acceder a lecturas que critiquen o pongan en duda su dogmático credo. Propensos al diezmo y pródigos en la limosna. Hacen de Dios (a su imagen y semejanza) centro y medida de todas las cosas.
Miembros de organizaciones pías (algunas, secretas o clandestinas), justifican hasta la pederastia sacerdotal. Se erigen en fiscales de la vida pública y privada de los demás. En general, confunden la esencia filosófica de los valores; ignoran que éstos, para ser universalmente válidos, deben ser laicos.

1 octubre 2007

FAMILIA POLÍTICA
Prisciliano Gutiérrez
Los Ogros Filantrópicos
"El usurpador que se eleva
a la soberanía de un Estado
por una gran maldad
necesita cometer de un golpe
cuantas crueldades exija
su propia seguridad
para no repetirlas…
Por el contrario, los beneficios
deberá derramarlos
poco a poco y uno a uno
para que se les tome mejor el sabor."
Maquiavelo.
"Tratando por separado algunas de las virtudes que deben adornar al Príncipe… ha de ser clemente, pero a su tiempo y con medida. En la duda de si es preferible que sea amado o temido, debe elegir lo segundo, pues generalmente los hombres se hallan más prontos a contemplar al que temen que al que se hace querer…". Desde la perspectiva de su tiempo, Nicolás Maquiavelo aborda y aplica a la política la vieja pugna cosmogónica entre el amor y el temor.
En diferente circunstancia histórica, Octavio Paz llamaba El Ogro Filantrópico al Estado Mexicano de la época que analizó en su libro homónimo (1971- 1979)… Si bien es cierto, los gobiernos post revolucionarios habían "conseguido mejoras y atenuado la miseria extrema del país…" su esencia autoritaria permanecía incólume: por un lado el Ogro temido; por otro el Filántropo amado. Este equilibrio, propició la prolongada e internacionalmente reconocida estabilidad en el país.
El Estado es, por naturaleza, una ficción jurídica. La sencilla definición escolar: "conjunto de habitantes, asentados permanentemente en un territorio, bajo un gobierno soberano", ha sido enriquecida por otros elementos: un orden jurídico y una finalidad (telos). No puede haber Estado sin poder jurídico; Estado, Derecho y Gobierno se complementan; se requieren, se necesitan... No se concibe uno sin los otros.
Estas categorías epistemológicas, no dejan de ser abstracciones que sólo se concretan en la conducta de personas físicas, históricas; biológicas y biográficas: los gobernantes; los políticos. El conceptual Ogro Filantrópico, se reprodujo a sí mismo, se multiplicó en individuos que, a su imagen y semejanza, lo trascienden; la relación dialéctica entre autoritarismo y populismo anárquico en el ejercicio del poder público, sigue siendo su "modus operandi".
Es afirmación tradicional que los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres (juzgar a Platón, por esclavista o a Maquiavelo con criterio mojigato y puritano sería absurdo). Los próceres legales y legítimos; actuales o potenciales, siguen creyendo en el viejo apotegma: "mano generosa es mano poderosa"; mientras más autoritarios son, en el fondo, más propician programas asistenciales (institucionales y personales) que llegan a ser grotescos monumentos a la demagogia. Salvo honrosas excepciones, su objetivo no es enseñar a pescar, sino regalar peces (o cambiarlos por votos de cualquier color).
El diccionario de la Real Academia da a la palabra Ogro dos significados: 1.- Gigante que según la mitología y consejas de los pueblos de Norte de Europa, se alimentaba de carne humana y 2.- Persona insociable o de mal carácter. En cuanto a Filántropo dice: persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la comunidad.
De acuerdo con las leyes de la Lógica, ambos conceptos se excluyen; en la práctica se complementan, convergen en la figura de estos gobernantes que pueden esconder su vocación dictatorial tras una sonrisa de generosidad y bonhomía o envolver en guante de seda su mano de hierro.

19 noviembre 2007

FAMILIA POLÍTICA

El Piripituche y la lingüística
Prisciliano Gutiérrez
En pláticas de sobremesa con distinguidos personajes: mentores, políticos, politólogos, indígenas, indigenistas, médicos, comunicadores… asistentes cotidianos al Liceo Cultural Aquiles Baeza (el cual tiene varios integrantes pero, ningún miembro activo) bajo la égida del Gurú, Dr. Agapito Vélez Ovando, es tema recurrente el uso incorrecto del Español: Analogía, Sintaxis, Prosodia, Ortografía, Semántica y otras partes de la Lingüística, se ven, con frecuencia, acometidas por la ignorancia, lo cual dificulta el proceso de aprendizaje y una comunicación escrita, plena de claridad.
Está didácticamente comprobado que en lectura de comprensión, un alto porcentaje de estudiantes y aún de profesionistas, reprobarían un examen elemental; lo mismo pasaría al evaluar el arte de hablar y escribir con aceptable corrección (hasta el mal uso de un simple acento puede afectar el fondo de un trascendente asunto).
Los concursos de Oratoria tienen el mérito de inyectar a los jóvenes el gusto por el buen decir; aunque también el riesgo de caer en lo que decía Gabriela Mistral (citada por Oziel Serrano): "El orador es un farsante que cubre su ignorancia con elocuencia". En esos certámenes, es común escuchar auténticas joyas de irreverencia cultural.
De manera ejemplificativa, que no limitativa, me permito citar, a vuelapluma, errores de los más frecuentes, con breves comentarios:
Accesar.- Verbo no registrado en el Diccionario de la Lengua Española. Es un tecnicismo (barbarismo) usado en informática. Lo correcto es acceder.
Adecúa.- Debe ser adecua (sin acento); lo mismo ocurre con otras inflexiones verbales terminadas en diptongo; ejemplos: negocia, licua, financia…
Ahorita, ahoritita.- El Diccionario de la Real Academia los acepta como mexicanismos. En estricto respeto a las normas de la Gramática, ahora es un adverbio de tiempo; esto es, una palabra invariable que no admite modificaciones morfológicas (diminutivo, aumentativo, singular, plural…). No podemos decir, por ejemplo: ahorota, ahorotota, ahoro… Más terrible aún es la deformación ahoy.
Cónyugue.- Por: cónyuge.
Detentar.- El mal uso de esta expresión verbal, suele darse en personas de amplia cultura, incluso se puede ver en textos de carácter jurisdiccional, como sinónimo de poseer. El diccionario define: "Retener alguien lo que manifiestamente no le pertenece" "Retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público.
Icono, ícono.- Según el Diccionario panhispánico de dudas, las dos formas (una grave y otra esdrújula) son correctas.- La primera se utiliza más en España y la segunda en América.
Más sin en cambio.- Aberrante expresión surgida no sé de dónde; carece de sentido lógico. Se pretende identificar con sin embargo.
Querramos.- Tercera persona del plural del presente de Indicativo del verbo querer. Lo correcto es queramos (con una sola r).
Retroalimentar.- No existe en el Diccionario; es otro barbarismo tecnocrático. Por su etimología (del Latín retro: hacia atrás) significaría alimentar hacia o por atrás.
Sendos.- Adjetivo distributivo que significa uno para cada uno; no grande o pavoroso, como a veces se interpreta; ejemplo: "… de pronto aparecieron tres individuos con sendos machetes…".
Las anteriores palabras y muchísimas otras, forman un catálogo de errores que, por comunes, pasan desapercibidos; otros, en cambio, se advierten, pero se consideran simples descuidos y hasta particularidades expresivas de ciertos personajes; los: dijistes, haiga, nadien… son proverbiales en el habla popular. Aunque "al mejor tirador se le va la liebre".
Recientemente, mi amigo, Raciel Vidal Cortés presentó su libro autobiográfico La Tesis de mi Vida. Antes de publicarlo me confió su manuscrito; me dio pánico que alguien pretendiera corregirlo: su particular ortografía; su inimitable sintaxis y su manejo campirano del lenguaje lo hacen único, e irrepetible. Sobreviviente de una especie política en extinción, Raciel prueba que: "El estilo es el hombre" y que El hombre es su palabra", según Ortega y Gasset y José Muñoz Cota, respectivamente.

3 diciembre 2007

FAMILIA POLÍTICA
"No hay hombres malos. Sólo ignorantes".
Sócrates.

"El hombre nace malo. Es malo por naturaleza".
Maquiavelo.

Prisciliano Gutiérrez
Política, Derecho y Educación
Hace algunos años escribí una tesis para acreditar mi Posgrado en Docencia en el CIIDET. En ese tiempo era titular de la materia Derecho Constitucional Administrativo en el Instituto Tecnológico de Pachuca. La propuesta central de aquel trabajo era incluir esa asignatura, con carácter curricular en el último año de licenciatura, independientemente de la especialidad que tuviera el profesionista en ciernes. Hoy refrendo mi idea.
Algunos críticos a ultranza, puristas de la ciencia por la ciencia misma y de la superespecialización, al margen de la cultura general, objetarán, aduciendo argumentos tales como: ¿Qué tiene que ver el Derecho con la Física cuántica? ¿Para qué perder tiempo, (por ejemplo en Ciencias Biológicas) estudiando la Constitución si es más importante aprender a curar una apendicitis? No niego la relativa validez de quien así pudiera opinar; sin embargo, citando al Filósofo de Güémez respondo: "Estamos como estamos porque somos como somos".
¡Cuántos excelentes profesionistas son pésimos ciudadanos! Durante su formación universitaria, tal vez aprendieron a aprender; aprendieron a hacer, pero no aprendieron a SER, según lo establecen los postulados de la UNESCO.
El analfabetismo cultural, cual moderna espada de Damocles amenaza a una organización social cada vez más consumista, frívola y carente de valores (laicos). Entre los jóvenes y no tan jóvenes, el Civismo como asignatura escolar, es parte de una historia desconocida; el estudio serio de la Gramática Española, no está en los programas escolares; mucho menos en la realidad. La Lógica, las Etimologías, la Historia, la Literatura, la Filosofía… son vistas con desprecio por profesionistas con mucha información y rudimentaria formación.
Este fenómeno permea en todos los estratos; incluso contamina a las altas esferas en los tres órdenes del Gobierno y a las estructuras de los tres Poderes.
Los políticos (o quienes creen serlo) que se desempeñan en el Poder Ejecutivo, son (o dicen ser) especialistas en árboles, pero generalmente se pierden en el bosque.
Los políticos (o quienes aspiran a serlo), ungidos por la gracia del voto popular, se enfrentan a la incomprensión y aún al rechazo de la ciudadanía a la que supuestamente representan pues, resulta terriblemente difícil explicar a una opinión pública sin mínimos conocimientos jurídicos, lo que es el proceso legislativo y en general, una dinámica parlamentaria que hace que las cosas sean como son y que las leyes se inicien, discutan, aprueben, promulguen, se publiquen y entren en vigor, de acuerdo con reglas del juego escritas y no escritas. Finalmente, la norma jurídica rige, por igual, a gobernados y gobernantes, aunque estos últimos gocen de fuero constitucional.
De igual manera, los jueces y magistrados que actúan en el Poder Judicial (Federal y de los Estados), así como en los tribunales autónomos en materia contenciosa administrativa, sufren para traducir sus decisiones al lenguaje cotidiano. Muchas amistades se pierden porque la Ley impide hacer favores.
Mientras subsista en la mayoría de la población el desconocimiento del texto constitucional; de la relación y límites del Poder Público frente al gobernado; la vigencia del postulado que esgrimía Don José María Morelos y Pavón "Que todo el que se queje con justicia tenga un Tribunal que lo escuche y defienda contra el arbitrio"… el Estado de Derecho puede ser enjuiciado por charlatanes que se sienten líderes de opinión y que destrozan con garrafal ignorancia, e iniciativa, los más serios propósitos de los gobiernos, cualquiera que sea su signo.
Personalmente digo, al igual que Sócrates: "No hay hombres malos, sólo ignorantes". Algunos hombres de poder hacen el mal porque no saben cómo hacer el bien.
Las próximas generaciones deben aprenderlo en la escuela.

26 noviembre 2007

FAMILIA POLÍTICA
Prisciliano Gutiérrez.

El Piripituche y la Revolución Mexicana
El Profesor de Matemáticas, Física y Química; Economista, Abogado, Poeta, Político y a pesar de todo, buen guitarrista, Don Inocente Zúñiga Mercado, vino a interrumpir mi cotidiana labor en pro de la Justicia en ésta, nuestra sufrida Entidad Federativa, con su estilo crítico, antisolemne, Tianguistenguense, no exento de huastecas exageraciones, en torno a algunos tópicos de actualidad, por ejemplo: La Revolución de 1910 es la mejor de todas las fiestas del patrio santoral. Festejamos el inicio porque no sabemos cuándo terminó ni quién ganó. Entendemos que los muertos de la Revolución fueron capitalizados por los vivos de la Revolución.
Ignoro, continuó el sabio Maestro, por qué a las guerras civiles se les llama revoluciones. Matemática y geométricamente hablando, revolucionar es girar en torno a una línea llamada radio, en uno de sus puntos extremos para llegar al mismo lugar. En este sentido, una revolución es estrictamente reaccionaria pues consiste en hacer una revuelta armada, poner a un país patas pa rriba y después regresar al punto de partida. El perverso Inocente (nótese la paradoja) afirma que la Revolución Mexicana cumplió su ciclo "por ay de los setenta", cuando los descendientes de los porfiristas regresaron a tomar el poder bajo el lema: "La Revolución nos lo quitó. La Revolución nos lo regresó. ¡Bendita sea la Revolución!".
Se refiere a Madero diciendo, palabras más, palabras menos: de fallida formación jesuítica, católico, espiritista, hacendado, revolucionario… fue ingenuo por naturaleza y francófilo por convicción. Hasta el lema, "Sufragio Efectivo, no Reelección", importó de Paris. Los historiadores aún no se ponen de acuerdo si la I es de Indalecio, de Ignacio o de Inocente (en cuyo caso serían tocayos). Los más escrupulosos detectives históricos afirman que se levantó en armas en venganza porque sus padres le pusieron un abominable segundo nombre. Él habría querido llamarse, simplemente, Panchito.
Con exagerada sapiencia, Zúñiga descubre que el Zapatismo no fue una creación del Subcomandante Marcos, sino del General Emiliano Zapata, quien goza de buena reputación en el gremio de la Santísima Revolución: gallardo porte de charro; congruente en sus demandas. Al principio más maderista que Madero, pero, a las tres semanas de que éste tomara posesión como Presidente de la República, ya le estaba pidiendo la renuncia, bajo consignas que hoy serian traducidas como: ¡Espurio! ¡Pelele! ¡ilegítimo!...
Francisco Villa es, a su juicio, "el mejor personaje de la Revolución": complejo, contradictorio, inteligente, bruto, amoroso, sanguinario… Con Zapata a su siniestra, se sentó en la silla del águila "Nomás pa ver que se siente". Tenía claro que la Revolución no era otra cosa que hacer la sopa antes de repartir las fichas del dominó.
Reconoce a Venustiano Carranza como: hábil, con inminente sangre fría oculta bajo oscuras gafas de utilería, dio al movimiento armado un giro netamente conservador. Su ley agraria fue instrumento clásico de oportunismo político (durante todo 1915 ni una hectárea fue confiscada). Atacó a los obreros; ordenó la disolución de los "Batallones Rojos", cerró la Casa del Obrero Mundial, clausuró los periódicos socializantes Ariete y Acción… Álvaro Obregón inventó un cañón que aniquilaba contrincantes y fortalecía amistades, con disparos de cincuenta mil pesos (de aquéllos). Su apetito reeleccionista le costó la vida. Plutarco Elías Calles institucionalizó la reelección por interpósita persona. Desde entonces, ningún ex Presidente lo ha logrado, por mucho tiempo.
En fin. La Revolución es hoy, motivo de beneplácito para vendedores de uniformes escolares y pretexto para gritar: ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y puente!.
Confieso que es más difícil escuchar a Chencho pontificar que cantar y arrancar bellas notas a una guitarra entre sus artesanales manos, pero... casi imposible sería rebatirlo si no fuera porque la Revolución no terminó en anarquía; se hizo Constitución, Ley Suprema y a ella estamos sujetos gobernantes y gobernados en nuestro perfectible Estado de Derecho.